Mambozart.
La mañana me recibía con una clase de teoría musical y solfeo: notas, duraciones, compases simples y compuestos...mientras que la tarde me llegó con un ensayo de recital de piano, donde una de mis compañeras interpretó al gran Wofgang, al genio de Salzburgo, a Mozart.
La noche me sedujo con ritmos caribeños y lo único que pude hacer fue bailar salsa, en una de mis clases de baile que cada vez disfruto más.
Mozart por la tarde y música cubana por la noche.
¡Qué combinación! De inmediato recordé que hace algún tiempo había escuchado un disco donde mezclaban música del buen Amadeus con ritmos cubanos: el disco se llama “classics meets Cuba”. Es una creación de un grupo alemán, the Klazz Brothers, músicos de formación clásica, que se enamoraron de las melodías y ritmos de la isla durante un viaje que hicieron a la Habana.
Mambozart es una de sus creaciones: la melodía de la sinfonía número 40 en sol menor de Mozart adaptada al mambo.
Tienen otras genialidades como adaptar a la Sinfonía No. V de Beethoven en la "Salsa No. V," o “para Elisa” se convierte en Afrolisa, y el quinteto “trout”de Shubert , es animosamente transformado en el "Danzon De La Trucha."
Esto confirma que los tesoros culturales surgen de las mezclas de civilizaciones y no de los choques ni conquistas.
sábado, 19 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario